Entierro en Funes. Al finalizar la misa de muertos, antes de que lo retiren, un paisano de acercó al ataúd y le dio tres sonoros golpes con los nudillos de los dedos, como si golpeara la puerta del más allá para que le oyera el difunto. Luego, ya en el cementerio la gente que encontraba a su paso las tumbas de sus muertos, las tocaba y también les daba unos tres golpes. - Es que así sabe el difunto que se lo ha venido a visitar- me dijo una señora al ver mi cara curiosa. - Luego, en señal de agradecimiento, el difunto en un sueño devuelve la visita y sonríe o conversa con una- finalizó.