HIJOS DE LA PRACTICA
- Hola Aleja, ¿cómo estás?
-Aquí, profe, estudiando la teoría sobre el método de investigación.
- ¿Y sobre eso hay teoría?
- Claro, Habermas, Popper, Bachelard y otros que no me acuerdo. ¡Ah, ya! Mario Bunge y un tal Briones.
- Creo que estás confundiendo filósofos y epistemólogos con metodólogos.
- ¿Cómo así? Y todos estos ¿no han escrito la teoría de cómo investigar?
- Cómo investigar, es un asunto de metodología, de aplicar unos pasos, de seguir unas
instrucciones que varían de acuerdo al paradigma en el cual se enmarque la investigación.
- A si, paradigma. De eso nos habló la profe y aprendimos que hay dos paradigmas: cuantitativo y cualitativo. Pero, ¿esto no es teoría?
- La teoría, Aleja, hace referencia a las construcciones que en forma de leyes dan sustento a una ciencia. Son, si se quiere, el resultado de la aplicación de unos determinados métodos para producirla, los cuales deben ser validados por la comunidad científica, para considerarse como un nuevo aporte científico.
- Entonces ¿teoría y método no son lo mismo?
- El método es el camino para construir teoría, es decir ciencia, leyes que rigen el funcionamiento de fenómenos.
- ¿Y hay un solo método?
- Antes de contestar, debo decirte que yo no soy ni científico ni metodólogo, pero hasta dónde yo sé, existen dos grandes métodos de producir conocimiento pegados de la forma natural de aprender que tiene el cerebro: uno de ellos es el hipotético deductivo y el otro es el denominado inductivo.
- ¿O sea?
- En el hipotético deductivo, se hace una apreciación o hipótesis sobre algún fenómeno y se dedica posteriormente a demostrarlo. Por ejemplo, uno de esos señores que tú nombras Karl Popper, plantea un ejemplo más o menos en estos términos: ¿Has visto alguna vez un gallinazo blanco?
- No.
- Listo, entonces podrías plantear una hipótesis, un supuesto afirmando, solo como motivo de aplicación de un método deductivo que “Todos los gallinazos no son negros”.
- ¿Y?
- Para demostrar la verdad o falsedad de la hipótesis, tomas un método, elaboras una guía de observación y de conteo y te dedicas a validar que los gallinazos no son negros. También puedes tomar una muestra con niveles altos de acierto y mínimos de error y demostrar al final que tu hipótesis era falsa, es decir que todos los gallinazos son negros. Ahí tienes una afirmación teórica sobre el color de los gallinazos.
- Pero profe, este ejemplo es algo tonto.
- Aparentemente. Otro ejemplo, más cercano a la realidad, puede ser el de los precios de la papa que suben o bajan según baje o suba la oferta del tubérculo. Una persona que vaya al mercado permanentemente, nota que cuando el precio de la papa sube, baja la cantidad comprada, entonces formula esa observación como una hipótesis y se dedica a recoger información en muchas partes para corroborar si eso es así. Cuando lo consigue, deduce que a menor oferta de papa, mayor es el precio. Si eso se corrobora para otros productos, con diferentes personas, en diferentes momentos y lugares, se puede producir la teoría de la demanda, expresada en una ley que puede más o menos decir así: “Si sube el precio de un producto, entonces disminuye la cantidad demandada”. Pero, ojo, Aleja, la teoría, cualquiera que sea, sirve para predecir y explicar los fenómenos. Por ejemplo para saber de antemano que si se avecina una temporada de heladas, los precios de la papa tenderán a subir y disminuirá la demanda.
- Bueno, eso es más claro, pero…
- Espera, espera. El otro método de pensamiento natural, es decir que hace parte de los mecanismos cognitivos cerebrales, es el inductivo. Este parte de casos particulares, observables, medibles, y contando la repetición de cada uno de ellos va conformando una verdad. Aprovechando el mismo ejemplo de los gallinazos negros, una persona interesada en su color, toma nota de eso cada vez que ve un gallinazo e induce a su cerebro a pensar que todos los gallinazos son negros, por cuanto nunca, en el tiempo dedicado a tomar nota, ni en los diversos lugares donde lo hizo encontró un gallinazo de otro color. Aplica también este método a la oferta y precio de la papa.
- ¿Y dónde está la ciencia?
-Aleja, la ciencia es al mismo tiempo algo lejano a nuestros intereses cotidianos por el grado de complejidad al que ha llegado, pero también algo fácil de falsear. Porque hoy en día le puede dar la chifladura a alguien de producir mutaciones al ADN de los gallinazos e inaugurar una nueva raza de carroñeros blancos, rojos, verdes… el color que sea y la “teoría” sostenida durante cientos de años acerca de que los gallinazos son negros quedaría falseada. O lo que sucede con los servicios de INTERNET, en los cuales a mayor abundancia, por ejemplo de ancho de banda, mayor precio… al contrario de lo que sucede son los precios de la papa.
- La verdad no entendí bien lo de estos métodos. Pero voy a intentar repetir -porque ¿así se aprende no?- lo que capté: Yo puedo contar en varias partes, cuántas veces se repite una misma cosa y de allí inducir una verdad sobre que esa cosa es así o asá. O también formular una afirmación o hipótesis sobre lo mismo o sobre lo contrario, y dedicarme deducir la veracidad o la falsedad de mi afirmación.
- Si, Aleja, esto es más o menos lo que plantean los dos grandes métodos.
- Y entonces, profe, ¿dónde ponemos los paradigmas y los métodos y los tipos y todos esos cajoncitos en los cuales hay que meter pedacitos del proyecto de investigación?
-¿Cuáles cajoncitos? El proyecto de investigación es una totalidad que relaciona varios aspectos: el tema, el problema y los objetivos de una investigación con las diversas teorías existentes sobre el mismo, para producir un nuevo conocimiento y con el método más adecuado para conseguirlo.
- Método inductivo y deductivo.
- Cuando tú, como estudiante, haces una investigación el propósito es producir un nuevo conocimiento sobre algo, aunque no una nueva teoría. En esto se distingue un ejercicio de investigación confiado a los estudiantes de uno confiado a los docentes.
- Es decir, profe, que nosotros los estudiantes ¿no hacemos investigación… propiamente dicha?
- Ni los docentes, Alejandra. En la Universidad todos estamos en un proceso de aprendizaje de la investigación. Todos, docentes y estudiantes, hacemos investigación formativa.
- Ah caracho. Y entonces ¿por qué inspiran tanto miedo los jurados de investigación? Porque le cuento que a mis amigas la Fercha y la Diana, las hicieron ropa de trabajo en la sustentación del proyecto. Les dijeron que estaba mal escrito, que el tema no servía de investigación en el programa, y les preguntaban de una forma, que hasta a las que fuimos a observar nos dio miedo. Les decían “A ver niña, usted Fernanda, diga que es el método empírico analítico”, “A ver, usted misma niña, qué es esto de tipo descriptivo”, “A ver usted Diana, ya que la otra no sabe nada, que es eso de método cuantitativo”. Y ellas se fueron poniendo cada vez más nerviosas y al final no pudieron salir con nada.
- Yo creo que los docentes se preocupan porque los estudiantes aprendan a aplicar bien un determinado método y que no hagan a un lado la coherencia de los métodos, revolviendo unos con otros. Creo también que existe preocupación porque el proyecto sea preparado y presentado por los mismos estudiantes, que no haya copia, ni ayuda externa.
- Ay profe, esto me despierta otras inquietudes. ¿Le puedo preguntar?
- Claro que sí.
- Eso de la coherencia nos lo explicó la profe y dijo que si se aplica un paradigma cuantitativo, lo lógico es que el método sea empírico analítico y que los verbos utilizados en los objetivos deberían ser coherentes, es decir que hay unos verbos apropiados a un tipo de investigación y otros a otro. Lo que nunca dijo es cuáles eran esos verbos. Pero la segunda cosas es ¿en dónde queda el papel de los asesores?, porque el papel del jurado, según lo que se observa, consiste en indagar si el trabajo es hecho por los estudiantes y exigir que se aplique la metodología de investigación tal como se enseña en clase y lo hacen según el esquema adoptado por la universidad. Aunque sobre esto último le cuento que conozco universidades aquí en Pasto, que reciben los proyectos de investigación en dos o tres páginas, en las cuales se consigna solo lo más sustancial, tanto que ni marco teórico piden, porque dicen que si uno como investigador no va a superarlo o siquiera contrarrestarlo con la realidad, no tiene ninguna gracia integrarlo al proyecto. Y sobre los asesores, el papel será entonces el de leer y decir corrija aquí, corrija allá para darle gusto a los jurados.
- Lo dices de una manera no muy correcta, sobre todo lo del papel de jurados y asesores. Los jurados buscan la coherencia del método y los hallazgos de la investigación escrita y en las sustentaciones el grado de apropiación del tema, la profundidad en los planteamientos y el relacionamiento de la investigación con problemas reales. Y hasta donde yo entiendo, el asesor es una especie de coinvestigador, es decir que su papel debe ir más allá de decir corrija aquí o corrija allá.
- Pero, eso lo involucra en la investigación que debe ser hecha solamente por los estudiantes. Entonces también debería exponer ante los jurados.
- Aleja, ese límite entre el papel del asesor en una investigación formativa, en la cual tanto estudiantes como asesor, están inmersos en una construcción de cómo debería ser una investigación, es difícil de delimitar.
- Pero tomando literalmente sus palabras, profesor, si es investigación formativa, los jurados también están metidos en ella ¿o no? Y por lo tanto deberían ser más asequibles y menos duros. Porque le cuento que para mi trabajo de grado le pregunté a uno de los jurados si creía que el proyecto iba bien y sin hacer mucho caso, me dijo que el programa les tenía prohibido tratar estos temas con los estudiantes o con los asesores, antes de la sustentación.
- Yo no he sabido de eso, pero si es cierto, alguna razón debe existir. Bueno, pero volviendo al principio de esta conversación tú, ¿a qué le llamas teoría?
- Ya me tiene confundida, profe, primero en lugar de darme respuestas me pregunta. Verá, nosotros los estudiantes le llamamos teoría a todo el discurso que los docentes echan en clase, eso es teoría, vamos a clase a escuchar lo que dice el profesor, a tomas apuntes y luego en los exámenes a repetir lo escuchado en clase, más lo poquito que hemos consultado sobre el tema en Internet o en algún libro. ¿Pero eso para qué sirve en la vida real?
- Ya te dije que la utilidad de la teoría es predecir y explicar, pero explícate mejor.
- Le voy a contar un cuento de cómo se enseña a investigar: es como si le enseñaran a jugar básquet durante dos semestres en el salón de clase. Explican qué es el básquet y lo mandan a buscar teoría sobre ese juego en los libros y en ciertas páginas de internet: cuántos partidos se han jugado, con qué resultados, cuáles son las tendencias actuales del básquet, qué autores han escrito sobre ese deporte, qué problemas hay en ese deporte, cuáles son sus reglas y los métodos utilizados para ganar un partido de básquet, porque se supone que los métodos no son los mismos para todos los deportes. En el primer semestre uno entrega un anteproyecto en que solamente se debe consignar el tema, la línea, la sublínea, el planteamiento y formulación del problema unos objetivos de investigación y la delimitación del tema, es decir si se va a jugar en todo Nariño, en Pasto o en el barrio Sumatambo, cuándo y con quiénes será ese juego. Para el segundo semestre, orientado por otro docente, se acaba de formular todo el proyecto, en éste caso con los diferentes marcos e instrumentos.
- Pero eso no está mal Aleja. Primero hay que aprender qué es y cómo se conduce una investigación antes de hacerla.
- Pero profe, es que esa es la manera como ustedes aprendieron, y no se sienta mal que no le estoy diciendo viejo. Ustedes son: primero teoría y luego… más teoría, porque la verdad es que son muy poco prácticos. Ahora imagínese, al terminar el anteproyecto nombran asesor del mismo y se dan casos, como el mío, que al leerlo el asesor dice, esto no sirve porque no es un tema de investigación sino de acción y que la investigación sobre el juego del básquet, no es para jugarlo, sino para aprender cómo se juega. Y uno le conversa que se ha gastado un semestre en esas tres páginas para que al final no le sirvan para jugar.
- Pero…
- Espere, espere profe que estoy inspirada. Es que los profesores son tan lineales en la enseñanza que ni siquiera se dan cuenta de eso. Esperan que en clase, sin ningún contacto con los problemas de la ciudad, uno imagine una gran idea; que de esa gran idea, genere los diversos aspectos, desde distintas aproximaciones, que luego sume las aproximaciones para que la idea inicial resulte enriquecida y luego, con los resultados de la investigación, obviamente logre un efecto nulo en la problemática real. Otros docentes, tratan de que uno aplique al máximo la imaginación y que plantee muchos posibles temas (dicen que la mejor manera de tener una buena idea, es tener muchas ideas) y vaya uno atisbando si alguna de ellas tiene una puerta y por allí el tema le abra a uno los ojos y lo que antes no se veía ahora se mire; si al entrar por esa puerta e investigar hay cosas que se repiten, es porque se ha encontrado el núcleo de las soluciones. Al final todo encajará y se tendrá un proyecto coherente, una gran idea.
- ¿Pero, no está bien esta forma de pensar?
- Es posible profesor, pero en esos esquemas lineales, la gran perdedora es la inspiración. La gran idea solamente puede desencadenar el resto en línea y de la línea no se puede salir porque a uno lo rajan. En lugar de eso, la gran idea, debería reventar posibilidad es por todos lados, como el big bang, reventar en posibilidades, sin importar qué va primero, qué segundo, qué tercero, etc. Aquí entre nos le cuento que en una oportunidad solicitaron a la universidad la aplicación de unas encuestas a un grupo de población definido, sobre los cuales los empresarios tenían interés. Yo pensé, ¡qué chévere! tengo un tema de investigación para presentarlo al programa, además como ya voy a terminar la carrera me relaciono con los empresarios y hasta trabajo puedo tener. Entonces ¿qué hice? con la ayuda de un profesor, a partir de la encuesta ya elaborada, empecé a sacar las subvariables y las variables, las definí, tal como lo pide la metodología, busqué cual era el problema de investigación, leí varias páginas de internet (de las recomendadas por los docentes o sea, páginas de gobiernos, de otras universidades, de organismos de cooperación internacional y de autores que no causen sospecha) y con esto describí y formulé el problema, los objetivos de investigación y una matriz de operacionalización de objetivos, finalmente, llegué al tema de investigación y de esté salté al título. O sea hice el camino al revés de como me enseñaron en clase. Es más, la encuesta ya estaba acordada o para utilizar las palabras que ustedes utilizan, pero que significan lo mismo, “validada” por las mismas organizaciones y con la ayuda de una de ellas se colgó en la Web para ser contestada en línea, es decir que ni siquiera debería ir por cada una de las organizaciones a rogar para que me contesten la encuesta.
- ¿Y te lo aprobaron?
- ¿Usted qué cree? ¡No! Porque disque en ese caso yo no había aprendido ni a formular correctamente el proyecto, ni había diseñado los instrumentos y peor aún ni siquiera iba a diligenciar personalmente las encuestas, es decir no podría ser una buena profesional. Además argumentaron que las organizaciones y empresas fuera de la universidad, no necesitan investigación en los términos que la universidad los concibe, con método, marco teórico y con uno o dos años de duración, que todo lo quieren para mañana y que así no funciona el reglamento de investigaciones y los profesores tienen la obligación de que el reglamento se cumpla a cabalidad. Para acabar con las ilusiones dijeron que el paradigma de investigación cuantitativo, no se ajustaba a los requerimientos del programa.
- Pero, ¿no tienen razón los docentes?
-¿Y es que luego, uno no se forma para ayudar a solucionar los problemas reales, no se supone que esa es la competencia que se espera en el desempeño profesional? ¿Profe, usted cómo aprendió a jugar básquet? Le dieron primero la teoría o agarró el balón y se lanzó a la cancha a tratar de encestar, porque ¿de eso se trata el básquet no? de encestar. Después se van aprendiendo las normas, las técnicas, y la teoría se va aplicando a medida que se necesita.
- Yo no sé jugar básquet, Aleja.
- Si quiere le enseño ya, profe, en la cancha del Sumatambo.
- No gracias Aleja. No me gusta.
Comentarios
Cuando llegue a Pasto hablamos.
Buen día.
Ilich
Cuchara de palo
Y si, a veces dedicamos mucho tiempo a cosas muy pequeñas y a la vez confusas dentro de la investigación, que nos distraen del verdadero sentido que le hemos puesto a nuestro proyecto de grado. Tarde que temprano, lo que un día llegó como UN BUEN TEMA DE INVESTIGACIÓN, termina siendo el TEMA MAS ABURRIDOR…! Pues la investigación debería ser ese deseo de DESCUBRIR que hay mas allá de lo que mis sentidos pueden recibir, es RECREARSE en el Conocimiento, es IMAGINAR, es MIRAR desde todos los puntos de vista, es Apacionarse por encontrar una respuesta clara, es TRANSFORMAR, es TRASCENDER…….. pero SIN LIMITES..!
MARIO FERNANDO