DE FIESTA EN FIESTA

Casa campesina en el corregimiento de San Fernando

POR LOS CORREGIMIENTOS DE PASTO...

La globalización que todo lo homogeniza, ha llevado a que las localidades se interroguen sobre la pertinencia de su cultura en el mundo actual. Al respecto, un punto importante de discusión para el municipio de Pasto, es el referido a la fuerza cultural que guardan las festividades de los corregimientos, como icono de identidad, sus características, elementos comunes, tradición, de cara a elementos culturales exógenos, que se presentan como alternativas para las personas del sector rural y frente a los cuales la comunidad, puede implementar estrategias de contención o de adopción. 

Las festividades y eventos rurales tocan directamente el tema de la identidad de las personas. Amartya Sen , muestra al respecto que, por una parte el hecho de nacer en un ambiente cultural determinado, no implica para la persona un ejercicio de libertad en su identidad, y por otra, el descubrimiento de la propia identidad, asociada a una comunidad y un ambiente cultural determinado, que determina lo que las personas tienen y son, no implica la ausencia de opciones culturales distintas. 
Venta de choclos y comidas típicas en el corregimiento de San Fernando

La libertad cultural, característica propia de los seres humanos, se ejerce en la medida que la persona tenga la posibilidad de seguir viviendo en los términos de esa cultura y que al hacerlo, disponga también de oportunidades para optar por otras alternativas. 

La identidad en su origen, es un asunto de descubrimiento. Uno se descubre implícitamente afiliado y apegado a una determinada perspectiva comunitaria, que no ha escogido. Sin embargo el ejercicio de la libertad exige que uno opte voluntariamente por vivir desde la perspectiva descubierta.

Sen  afirma que el ser humano realiza estas elecciones constantemente y con absoluta conciencia, en forma implícita o también explícita. También sucede que la elección puede ser poco clara y no ser defendida vehemente, pero no por eso pierde autenticidad. Un individuo se identifica, es decir elige, a la vez con muchos grupos distintos, categorizados en nacionalidad, territorialidad, raza, género, lengua, afiliación política, religión, profesión, ubicación, deporte, música, bailes, literatura, comida, moda y muchos más. Cada elección tiene restricciones, pero en esta gama, el individuo elige la prioridad que le da a una u otra elección, dentro de un contexto o situación determinada.

El levantamiento y valoración del potencial cultural endógeno de los corregimientos de Pasto, realizado por la Universidad Mariana, permitió constatar que hay en ellos, un tesoro cultural en condiciones precarias, a tiempo aún de posibilitar su sostenibilidad, frente al cual, tanto campesinos como citadinos en general, muestran por una parte condicionantes culturales negativos, expresados en desafecto a casi todo lo antiguo, en especial al patrimonio cultural considerado solamente como algo folclórico, en la connotación negativa del término.
La investigación muestra que cada corregimiento y cada vereda dentro de él, tienen sus propias fiestas ligadas a un santo patrono y que se hace imprescindible adelantar un manejo sostenible de las expresiones culturales, con criterio conservacionista y evitar su deterioro. 

Fiestas de Corpus en San Fernando

Las fiestas patronales de cada vereda se destacan como atributos del sector rural a preservarse, porque fomentan la identidad pastusa. Sintetizan su manera de estar en el mundo a través de creencias y tradiciones, trasmitidas de generación en generación, referidas a lo agropecuario, la fe, las comidas y bebidas típicas, la música campesina, los bailes propios del altiplano sureño.
 
Las festividades de que hacen gala los corregimientos, poseen elementos heredados y también apropiados, en una especie de simbiosis creativa que conjuga, tanto el descubrimiento de una cultura propia, como la adopción permanente de elementos culturales exógenos. La que se denomina cultura propia es ya en sí misma, una simbiosis originaria, mezcla de indio y español, por cuanto la conquista y la colonia españolas, impusieron a los aborígenes una cultura extraña.
Fiesta de las guaguas de pan en Obonuco

Son pues, los corregimientos de Pasto los que, a manera de anillo verde por el ambiente y la naturaleza, y de anillo cultural por sus expresiones de raíces indígenas amalgamadas de raigambre española, le dan al municipio sus elementos de identidad. No es posible entender el entorno urbano sin entender los corregimientos, como tampoco se puede entender el entorno campesino sin entender lo urbano, son dos caras de una misma moneda, entrelazados ineluctablemente en la memoria colectiva. A respecto el Arquitecto Jaime Alberto Fonseca Gonzales, en su libro Escenarios de fe dice: “Hablar de Pasto y de los pueblos que lo rodean es algo inevitablemente redundante, por cuanto no se puede hoy, concebir una ciudad de más de 450 años con una cultura tan arraigada y particular, sin la influencia y vida que le otorgan estos pueblos”.
 
Las festividades de los corregimientos mantienen la cultura ancestral y al hacerlo, la comunidad campesina crea un acto de elección de una identidad y un acto de autocomprensión, para reconocerse a sí misma como perteneciente a un territorio en todo el sentido de la palabra. Desde esta perspectiva, la organización permanente de festividades en los corregimientos, se percibe como una oferta de oportunidades tanto para que la comunidad exprese lo que ha descubierto acerca de sí misma y de su mundo, como para persuadir a otros de su mérito. 
Procesión de Corpus en San Fernando

En los corregimientos de Pasto, la religiosidad popular católica que rodea la vida social está presente en sus festividades y crea un horizonte, que agrupa a la colectividad para manifestar su fe en torno a la devoción de una Imagen, siendo las más veneradas: Jesucristo, bajo varios títulos; la Virgen María, bajo varias advocaciones, y San Pedro y San Pablo, celebrados en Julio, después de las cosechas, solsticio de verano tardío. 

El epicentro religioso de la fiesta católica es el templo del corregimiento o de la vereda; también se arreglan altares en las casas por donde pasa el Santo, acompañado por los fiesteros y demás fieles en procesión, vestidos adecuadamente para la gran ocasión. La procesión va precedida por personas encargadas de hacer estallar cuetes  y cierra con banda de músicos de la localidad.
Danzantes en las fiestas de las Guaguas de pan en Obonuco

El epicentro civil de las fiestas católicas es la plaza, lugar privilegiado para dar rienda suelta a la imaginación y el jolgorio, la cual con motivo de la celebración se convierte en espacio ceremonial. Son de grata recordación las vacalocas y los castillos pirotécnicos que hacían las delicias de propios y extraños.

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