LA RED ES LA MANERA ACTUAL DE ESTAR EN EL MUNDO
Apuntes sobre planeación estratégica
Estas nuevas y complejas realidades proponen otras significaciones, otros modos de percibir, otros modos de planificar, no ajustados a visiones fijas de la realidad y esquemas o modelos fijos de planeación. Planificar ahora, es concebir un futuro deseado y los medios para llegar a él.
Pensar estratégicamente es un arte que permite poner a nuestro favor las condiciones más favorables, analizando el momento preciso y evaluando correctamente nuestros limites. Mediante la planeación estratégica se fija el futuro deseado, se plantean propósitos y objetivos estratégicos, estrategias, programas, proyectos, productos esperados e indicadores de evaluación de proceso. Esto permite hacer un seguimiento permanente sobre la aplicación de las estrategias, redireccionar si es el caso y controlar el cumplimiento de objetivos.
Colombia y sus ciudadanos en cada región, subregión y localidades viven una problemática compleja expresada en tres problemas esenciales, corrupción, impunidad y violencia, y seis problemas medulares: debilidad del estado, falta de visión de largo plazo, concentración del poder, concentración de la riqueza y el ingreso, baja calidad y cobertura de la educación y bajo capital social. A esta problemática se suman otras más específicas en cada subsistema: el subsistema social presenta pobreza, inseguridad de la seguridad social, no futuro de la juventud, desinformación; el subsistema económico presenta baja capacidad de ahorro, baja competitividad, débil infraestructura física, desequilibrios regionales, desempleo, informalidad de actividades económicas, economía subterránea, ineficiencia del sistema financiero, déficit fiscal; el subsistema del conocimiento muestra a su vez, descomposición social, atraso científico y tecnológico y una débil identidad nacional; el subsistema natural presenta desconocimiento, pérdida y desaprovechamiento de los recursos naturales y pérdida de la calidad ambiental; finalmente el subsistema político presenta problemas tales como concentración del poder y ausencia de una verdadera democracia .
Esta problemática interna se vive dentro de otra de origen exógeno denominada Nueva Economía con características, racionalidad y postulados particulares y distintos a los de la denominada economía industrial, la única que conocemos y que nunca imaginamos cambiaría. Hoy se habla de economía de la información, de economía del conocimiento, de bioeconomía, no como hechos posibles sino como realidades palpables, que con una rapidez insospechada e insólita van tejiendo nuevas estructuras económicas para favorecer hoy más que nunca al capital financiero multilateral. La cara de esta nueva economía es el denominado neoliberalismo. La nueva economía genera productividad, competitividad y nuevos productos basada en el uso de conocimiento e información, la globalización y el funcionamiento en red.
Las redes de trabajo, por su parte, son de vieja data. Lo que ha cambiado es la tecnología que permite poner “juntos” bajo coordinación y a gran velocidad varios elementos, personas, trozos de empresas o empresas, para hacer algo, con la característica de flexibilidad que permite deshacer la red, cuando ese “algo” que las une deja de existir. En esta nueva economía las pequeñas y medianas empresas de todo el mundo, muy dinámicas ellas, pueden competir con las más grandes organizando alianzas, cooperativas, redes no estables, y producir ciertos bienes o servicios para aprovechar un nicho de mercado. Luego, sigue cada cual por su lado. Incluso la misma empresa puede aparecer o desaparecer cuando exista alguna posibilidad de mercado. (Castells 2000).
La manera de abordar estas nuevas realidades también ha avanzado. Pasamos del paradigma de la simplicidad, lineal, al paradigma de la complejidad. El paradigma de la simplicidad supone un universo en orden y simple y lo aborda con el fin de reducirlo a leyes o principios, separando lo que está ligado (disyunción) y unificando lo diverso (reducción); la misión de la ciencia es develar la simplicidad escondida detrás de la aparente multiplicidad y el aparente desorden de los fenómenos; mira solo la parte (reducción) o solo el todo (holismo). El paradigma de la complejidad, supone, en cambio, que el todo está el la parte y la parte en el todo (holograma), que orden y desorden, yuxtapuestos, colaboran y producen organización y complejidad, mantienen la dualidad en el seno de la unidad; rompe con la linealidad causa – efecto y plantea en cambio que los efectos son al mismo tiempo causa de aquello que las produce (MORIN 1999).
Finalmente también ha cambiado la manera de comprender la sociedad. Hay nuevas perspectivas para comprender los fenómenos desde nuevos ángulos. Durante mucho tiempo se comprendió la sociedad como si fuera una máquina, que funcionaba como un mecanismo de relojería (relojes automáticos no de cuarzo por supuesto), en la cual cada parte tiene claramente definido un rol dentro del conjunto.
Otra manera es comprender la sociedad como si fuera un cerebro capaz de producir y procesar información, de aprender, de aprovechar inteligentemente los conocimientos. Si se entiende el cerebro como un computador, se entenderá la sociedad y su funcionamiento como si fuera tal. Si se entiende el cerebro como un holograma, se entiende la sociedad con alto grado de flexibilidad e innovación que le brinda gran capacidad de auto-organizarse.
La sociedad como cultura, la muestra como la residencia de ideas, valores, normas, rituales, símbolos, creencias que sostienen su realidad. También hay metáforas para comprender la sociedad como flujos de información y transformación.
También se puede entender la sociedad como un organismo vivo, semejante a la célula o a cualquier forma de vida. (MORGAN 1995) Esta metáfora, cuya fuente es la biología, centra la atención en las necesidades endógenas de cada sociedad y su capacidad endógena de relación (adaptación) con el entorno cambiante y variable. La sociedad se ve como un sistema abierto, que busca tener una apropiada relación con su entorno si quiere sobrevivir. Esta condición del sistema abierto lleva también a centrar la atención en modelos generales de supervivencia, de relación sociedad - entorno y subsistemas interrelacionados. Una unidad social, sea un individuo, una empresa, un colectivo, una universidad, una Institución educativa, una alcaldía, se pueden entender como sistemas abiertos, compuestos cada uno por una serie de subsistemas, que son sistemas en si mismos, llámese personas, dependencias, departamentos, interdependientes e interrelacionados de manera estrecha para conseguir un fin.
Esta última metáfora, aporta muchos elementos para la planeación estratégica. Entender la organización como un sistema, compuesto por subsistemas, dimensiones o planos, como un ser vivo, que necesita del entorno (así sea turbulento e incierto) para sobrevivir, implica un cambio de mentalidad para ser abordada y manejada como tal.
En este contexto se ubica el pensamiento innovador de abordar la organización a través de un plan estratégico como un instrumento integral de planificación del desarrollo, invirtiendo las prioridades de competitividad y productividad por las de desarrollo humano.
La globalización amenaza con imponer un modelo de desarrollo basado en la participación en el mercado global y la red no puede caer en la trampa de participar o morir. Debe lograr un proyecto de desarrollo, que sin dar la espalda a la globalización, privilegie lo propio, la concertación, participación, sostenibilidad y una perspectiva más humana ante todo.
Vale la pena anotar no obstante, que los estudios sobre la aplicabilidad del instrumental de planeación estratégica, son incipientes (LIRA, 1997). Esta modalidad de planificación, parte de identificar la misión de la organización (razón de ser y principios básicos), de sus actividades medulares y el análisis DOFA (Fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas). La aplicación de este intrumental es un avance significativo sobre el plan o la simple agregación de proyectos.
Sin embargo la identificación de la misión, requiere un cambio de comprensión de la misma, una identificación y coherencia de los miembros con su sistema vital. Implica considerar la organización como sujeto y no objeto de planeación. Anotemos que la validez de las estrategias no reside solo en su formulación e implementación sino también en que sean capaces de producir en las personas comportamientos con atributo de normalidad, por ejemplo la confianza, susceptibles de mejoramiento gradual y sostenido.
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