EL CARRO DE LA OTRA VIDA
"Sin saber el por qué de manera repentina, pregunta a Juan José cual es la hora “¡son cerca de las doce! mi señor”, responde en ayudante, quien levantando sus ojos, hacia el frente de la vía, allá, a la distancia observa como un rayo de luz, a manera de las que emanan proveniente de un carro se van acercando hacia ellos en vía contraria. “vea, mi querido amigo, por fin un vehículo automotor se aproxima hacia nosotros” dice en su expresiva voz de hombre joven, situación que hace reaccionar a Héctor Edmundo para buscar con antelación un lugar adecuado para dar paso al vehículo automotor que viene por cuanto la carretera es angosta y en ciertos sectores no es posible pasar dos vehículos a la vez.
A la distancia, a menos de trescientos metros, el vehículo en contrario también se detiene. Héctor Edmundo, apaga y enciende la luz del camión de manera intermitente, señalando que puede continuar, este hace lo mismo confundiendo por el momento la acción a seguir por parte de Héctor Edmundo, quien nuevamente enciende y apaga la luz, recibiendo respuesta idéntica, interpretando que puede seguir, el camión de Héctor Edmundo arranca y decide continuar con su trayecto mirando fijamente el sitio proveniente de la luz, el cual como el obvio es cada vez más cerca y de mayor incandescencia. De pronto, todo queda oscuro el camión de Héctor Edmundo y Juan José se frena en seco. Cuando se pretende encender el motor, nuevamente no responde. Un sabor amargo se apodera de su boca y cuando todo parece que para el ha terminado, logra por fin encender el motor del camión, las luces funcionan y arranca como desesperado para tratar de salir lo más rápido posible de tan inesperado impase.
Juan José pregunta que ha pasado, donde está el vehículo en contrario. Todo es confusión y nadie responde. Balbuceando palabras, nervioso, limpiándose el frió sudor de su frente, Héctor Edmundo, conductor del camión, dice en inteligibles palabras: “¡Es el carro del diablo, el carro de la otra vida, no lo mires, no mires hacia atrás, mira hacia el frente!”. [Texto de Jose Erazo]
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