IES Y CADENAS PRODUCTIVAS EN NARIÑO
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Para subsistir en el ámbito económico de competitividad, Colombia y Nariño, identifican como nuevos actores del desarrollo, ya no solo al empresario, sino también al Estado y la Academia, actuando juntos dentro de un sistema complejo, no siempre claro, de intereses e interacciones a diferentes planos y escalas.
A éstos nuevos actores se exige jugar nuevos papeles individuales y construir juntos, diversos sistemas convergentes para avanzar en el camino del desarrollo fungiendo cada uno el papel de una hélice. Henry Etzkowitz, creador de la Teoría de la triple hélice, “Propone que las universidades hagan una parte del papel de las empresas, que se involucre la industria y que las administraciones públicas y gobierno intervengan y aporten financiación. Todos a una y sin titubeos ni descartes. Considera que (…) la universidad ha tenido hasta ahora un papel secundario en el proceso, y sugiere que los campus no están sólo para investigar, sino que deben constituirse en uno de los motores de la innovación tecnológica… Eso explica por qué se han puesto de moda los rankings de las universidades. Éstas deben dar más relevancia a los nuevos factores, que a sus papeles más tradicionales (…) En suma, comunicar fuera lo que se está investigando dentro, en cualquier laboratorio de ensayos”[1].
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No obstante, entre estos tres actores es la empresa el factor estratégico de la economía por cuanto es la única vía para generar riqueza, empleo e ingresos. Al respecto, el pensamiento económico ha ido haciendo tránsito entre las ventajas comparativas de David Ricardo las cuales, palabras más, palabras menos, apuntaban a que un país era rico en la medida que poseía riqueza heredada en sus recursos naturales y era capaz de producir bienes en mejores condiciones que otro, hasta las ventajas competitivas y la generación de valor de Michael Porter, quien plantea un escenario totalmente diferente en el cual la riqueza es más bien fruto de la alta productividad[2] con que un país maneja sus recursos para fabricar mercancías y servicios apetecidos en el mercado internacional, mediante encadenamientos productivos, aplicación de tecnología e innovación. La noticia económica más importante de los primeros días de marzo de 2011 con origen en el Centro de estudios económicos IHS Global, dicen que China superó en 2010 a Estados Unidos en la producción manufacturera e industrial: “En 2010, según dicho documento, el 19,8 por ciento de la producción industrial global correspondió a China, con un valor total de 1.995 billones de dólares, mientras que la de Estados Unidos supuso un 19,4 por ciento y un valor de 1.952 billones de dólares” [3]. ¡Gran noticia que ilustra el poder de la economía China en ascenso! Sin embargo cabe aquí una interesante pregunta: ¿Por qué entonces China es más pobre que los Estados Unidos? Porque la productividad de los Estados Unidos es muy superior a la China, el mismo estudio afirma que China necesita 100 millones de empleados para producir casi lo mismo que 11,5 millones de trabajadores en Estados Unidos.
No está por demás decir que, económicamente hablando, en la práctica no se abandonan las ventajas comparativas, puesto que el problema no es contar con condiciones geográficas especiales, sino lo que se hace con ellas.
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Michael Porter plantea cuatro grandes factores que se articulan, para generar condiciones de competitividad[4]: la capacidad instalada del país o la región, que mide, en términos de cantidad y calidad, los factores productivos básicos (fuerza de trabajo, recursos naturales, capital e infraestructura) y las habilidades, conocimientos y tecnologías especializados que determinan la capacidad nacional o regional para generar y asimilar innovaciones; la naturaleza de la demanda interna que se relaciona con la oferta interna de bienes y servicios, siendo importante la presencia de demandantes exigentes, que presionen a los oferentes con sus demandas de artículos innovadores que se anticipen a sus necesidades; la estructura productiva regional conformada por el encadenamiento de empresas de distintos tamaños, pero eficientes en escala internacional, que alientan la competitividad mediante una oferta interna especializada de insumos, tecnologías y habilidades para sustentar un proceso de innovación generalizable a lo largo de cadenas productivas y clústeres, y las condiciones externas y actitudes culturales sociales frente a la innovación, la ganancia y el riesgo que alimentan o inhiben el asentamiento empresarial para la creación, organización y manejo de las empresas.
Marca territorial: Cafe Nariño
Es dentro de estos nuevos conceptos que se busca la explicación de por qué en el departamento de Nariño, Micro, pequeñas y medianas empresas, genéricamente denominadas MIPYMES, encuentran hoy que el mercado en el cual sus capacidades productivas eran pertinentes va desapareciendo. Producían y competían en mercados locales que les van siendo “expropiados” por productos de otras regiones y países, más baratos, de mejor calidad y con mayor soporte de servicios que los propios. Lo que competía en el mercado regional o nacional, ya no lo hace en el nuevo mercado globalizado. Es de advertir al respecto que mediante la firma de tratados de libre comercio por parte de la nación, exige a las empresas, estén donde estén, abrir su producción al comercio exterior, y esto implica la construcción ineludible de ventajas competitivas o su desaparición.
En éste nuevo ámbito el departamento de Nariño para conjugar factores, que puedan generar condiciones de competitividad, ha acudido a la construcción de una nueva cultura económica, social y política, que contemple un abanico de estrategias entre las cuales destacan dos: primera, la identificación y desarrollo de cadenas productivas, asunto de lo cual se ha encargado a las Comisiones Regionales de Competitividad en la cual hacen parte las universidades y cuyo objetivo es “Identificar concertadamente los espacios y campos de la producción de bienes y servicios en los que se enfocará el Departamento de Nariño, para aumentar su productividad, competitividad y posicionamiento en los mercados nacionales e internacionales. “ y segunda, la inclusión de dossiers de tecnología e innovación en la producción, para lo cual se exige el concurso de Universidades, empresarios y estado articulados en los Comités Universidad - Empresa – Estado –CUEE- cuyo objetivo es “Generar y promover proyectos de investigación aplicada, enfocados a atender necesidades tecnológicas reales de las empresas de la región”. De esta manera se espera responder a la internacionalización de la economía, y las tendencias mundiales del consumidor.
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Sobre la primera estrategia, cadenas productivas, abundan las evidencias empíricas para mostrar que es más lo planteado que lo hecho en el departamento, y no es exagerado afirmar, que la participación de la investigación universitaria ha sido insuficiente, por decir lo mínimo.
En el país las cadenas productivas tomaron mucha importancia gracias a los acuerdos de exportación en el marco de la política nacional para la productividad y competitividad Colombia Compite (1999 – 2009) de los cuales Nariño fue uno de los firmantes. Entre las cadenas productivas nacionales con importante registro exportador se encontraban: Algodón - fibras - textil – confección; Productos cosméticos aseo y jabón; Caña de azúcar - confitería y chocolatería; Cuero - manufactura de cuero y calzado; Autopartes; Atún; Oleaginosas aceites y grasas; Camarón de cultivo; Camarón de pesca; Papa; Lácteos; Cárnicos, y Pulpa papel industrial.
El Departamento de Nariño, en el contexto de Colombia compite, inició desde el 2000 varias convocatorias a los actores del desarrollo en mesas de concertación en pro de un Nariño competitivo y constituyó: Comité Asesor Regional de Comercio Exterior –CARCE-; Comisión Departamental de Ciencia y Tecnología CODECYT; Agencia de Desarrollo Local; Parque Tecnológico del Software; Incubadora de Empresas, y Consejo Regional de Apoyo a MIPYMES. Algunas de estas iniciativas tuvieron corta vida y las que quedan se encuentran todavía en camino de mostrar su efectividad
En 2003, el programa de gobierno del gobernador Eduardo Zuñiga apuntaba a impulsar once cadenas productivas detectadas en el departamento de Nariño: comercio, ecoturismo, artesanías, palma, cacao, forestales, pesca, café, caña panelera, láctea y papa”.
En 2003 el Ministerio Comercio Industria y Turismo en el documento Estructura productiva y de comercio exterior del departamento de Nariño[5] afirmaba que el Programa de mini cadenas productivas buscaba la consolidación y proyección de actividades económicas regionales, que respondan a una vocación natural, fruto de la innovación, generando un impacto positivo sobre el crecimiento y la pobreza, para lo cual se identificaron trece cadenas productivas en Nariño, aplicando la metodología de la Organización de las Naciones Unidas para el desarrollo industrial –ONUDI-: Forestal, tallado de la madera y lacado en el Departamento de Nariño; Curtiembres y manufactura; Fibras naturales, tejido y elaboración de artesanías en paja de toquilla; Extracción de fibras naturales, tejido y elaboración de artesanías en fique; Producción de joyas en oro y plata; Producción, industrialización y comercialización de la caña panelera; Extracción, recolección e industrialización pesquera artesanal; Cultivo y procesamiento de palma africana; Cultivo, producción y comercialización de cafés especiales y orgánicos; Elaboración de artesanías y prendas en lana de oveja; Elaboración de instrumentos musicales en la Costa Pacífica; mopa mopa, y Producción, transformación y comercialización del Cuy
Tres años después, en 2006, la Casa de Nariño afirmaba que los nariñenses le apuestan a seis cadenas productivas: papa, cacao, café, coco, iraca panela, y manufacturas de cuero[6].
El Banco de la República afirmaba en 2007 que “En Nariño se han identificado doce cadenas productivas, siendo las más importantes la papa, los lácteos, las fibras naturales, la marroquinería y la caña panelera (en la región andina), así como la pesca, la palma africana, el turismo y el cacao (en la región pacífica)”[7].
En el mismo año, 2007, el DNP[8], de cara a la posible firma del TLC con los Estados Unidos, promovió la construcción de una Agenda interna para la productividad y competitividad de Nariño, en la cual se hizo un minucioso análisis de doce cadenas productivas: turismo, láctea, papa, cafés especiales, fique, caña panelera, palma de aceite, producción pesquera, hortofrutícola, coco, cacao y artesanías.
Litografía en Pasto
El actual plan de desarrollo de Nariño 2008- 2011 “Adelante Nariño” [9] identificó doce apuestas productivas: lácteos, papa, cafés especiales, fique, caña panelera, palma de aceite, producción pesquera, hortalizas, agroindustria del coco, cacao, artesanías y turismo y decidió fortalecer los encadenamientos productivos y la identificación de nuevas cadenas que generen desarrollo en los diferentes municipios.
Finalmente, la Comisión Regional de competitividad[10] creada por la Gobernación de Nariño mediante acuerdo 1456 del 19 de octubre de 2007, amplió a catorce las cadenas productivas del departamento: láctea, papa, panela, café, hortícola, fique, artesanía, turismo, coco, palma de aceite, cacao, brócoli, cuy y pesca. Como fruto de un amplio acuerdo de voluntades[11] y con base en el Documento CONPES 3527 del 23 de junio de 2008 que desarrolla los lineamientos de la Política Nacional de Competitividad y establece como un pilar el desarrollo de sectores o clústeres de clase mundial, decidió en 2010 priorizar siete de ellas para iniciar la implementación del Plan Regional de Competitividad: turismo, hortofrutícola, cafés especiales, cacao, láctea, turismo, cultura y artesanías, las tres últimas alrededor del Carnaval de negros y Blancos y el Encuentro de Culturas Andinas.
Esta recapitulación de antecedentes, empíricos todos por la ausencia de conocimiento racional, sugiere a manera de hipótesis, que este importante empeño de buscar el norte productivo del departamento de Nariño ha sido ajeno al interés investigativo de las IES, tanto de las cuatro propias del territorio como de las ocho nacionales que mantienen sedes en el departamento de Nariño, puesto que no se conocen investigaciones publicadas que den cuenta de nuevo conocimiento sobre encadenamientos productivos, asunto que vuelve impreciso cualquier acercamiento al tema, excepción hecha de dos casos, las universidades de de Georgetown de los Estados Unidos y Javeriana de Cali, las cuales aportaron, respectivamente, a la identificación de las cadenas productivas, y al acompañamiento y capacitación de la cadena láctea.
Entre las dos sobresale la segunda por sus labores de articulación de la cadena, puesto que es preciso anotar que un encadenamiento productivo, cuya red se extiende desde los proveedores de los proveedores hasta los clientes de los clientes, en la que cada miembro cumple una función específica que agrega valor a la cadena a tal punto que el desempeño de un miembro de la cadena depende del desempeño de otros, no se da por generación espontánea. No basta con identificar una cadena productiva, alguien (Broker) debe promover el encadenamiento a través del funcionamiento de todos los eslabones con la intención de producir valor agregado.
Promaderas
Aquí conviene detener un momento la disertación y preguntarse:
¿Qué papel ha jugado la universidad en la identificación y acompañamiento de las cadenas productivas del departamento de Nariño?
¿Cuál ha sido el aporte de las investigaciones estudiantiles, profesorales y de grupos al conocimiento sobre el desarrollo de cadenas productivas?
¿Qué conocimiento pueden aportar las universidades sobre formas de identificar y desarrollar cadenas productivas de clase mundial?
¿Qué aporte crítico han hecho las universidades al modelo de desarrollo basado en un enfoque de cadenas productivas?
¿Qué métodos han aportado las investigaciones de las universidades para la identificación, acompañamiento y consolidación de cadenas productivas en el departamento?
De existir investigaciones universitarias, sobre encadenamientos productivos en el departamento de Nariño, ¿A qué cadenas productivas son dirigidas? ¿Cuáles eran sus objetivos? ¿Su metodología? ¿Sus conclusiones? ¿Sus recomendaciones? ¿La bibliografía más utilizada?
¿A juicio de las investigaciones universitarias, cuál es el aporte que los encadenamientos productivos del departamento al mejoramiento de ingresos, empleo y disminución de las pobrezas?
Sobre la segunda estrategia escribiré en otra oportunidad.
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