La cascada Maragato
Vista lateral de la cascada
Maragato es un salto vertical de agua de unos sesenta metros o menos: el agua se lanza al vacío desde una grieta en una inmensa peña. La quebrada Maragato baja desde el Galeras atravesando territorio del municipio de Nariño (Nariño) y en su penoso peregrinar va purificándose a golpes contra su cauce labrado sobre la piedra.
Qiuebrada Maragato
Para llegar a ella, con ayuda de un buen guía, se toma un desvío de la carretera un poco antes de llegar a Nariño y se desciende hasta encontrar la quebrada la cual se sigue en su trasegar que cada vez es más violento y rápido, hasta llegar a un punto en que el agua, pierde su cauce y se lanza por una grieta de piedra al vacío.
El agua se lanza al vacío
Uno solo puede mirar con respeto este evento y la curiosidad lo lleva a acercarse al filo del precipicio para lo cual la naturaleza brinda una saliente de piedra que, a manera de balcón, ofrece la oportunidad de acomodarse para observar desde la altura el pequeño valle a donde va a caer el agua.
Balcón Maragato
Desde el balcón no se puede mirar la cascada, pero se escucha el golpe del agua y la altura y la caída libre que representa el acantilado producen escalofrío.
Es preciso desandar el camino hasta cierto punto, para atravesar la quebrada Maragato, con el fin de seguir descendiendo hasta la base de la inmensa roca donde cae el agua.
Cascada Maragato. La flecha muestra el Balcón Maragato.
La vista es estupenda, por decir lo menos, y me trajo a la memoria la cascada de Peguche en Otavalo, esta última con mucho más caudal pero su agua de un color similar. Desde abajo se sorprende uno al mirar en la altura un pequeño punto: el balcón Maragato, el Balcón Sagrado como dirían los Alegres de Genoy.
Realmente es impresionante la belleza del lugar, la altura de la cascada y, lo insignificante que uno se siente frente a este fenómeno o accidente de la naturaleza. Es posible que haya cascadas más bellas que Maragato pero esta es nuestra es Nariñense, y hay que protegerla.
Pequeños hongos en el tronco de un árbol
Es importante conservar en la visita una conducta ecoturística, de respeto absoluto a la naturaleza. Un buen sentido ecoturístico y una buena cámara facilitan el aprecio por lo pequeño: el pequeño hongo parásito que crece en el tronco del árbol, los líquenes que se hospedan en cualquier árbol o en la roca del acantilado, las pequeñas flores de María que crecen con humildad en medio de otras plantas, los árboles que gentilmente nos regalan formas caprichosas y agrestes.
Flor de María o flor de mayo
La visita con sentido ecoturístico aumenta la sensibilidad por la naturaleza y la capacidad de asombro por el paisaje, el agua corriente, las piedras, las plantas, los animales.
Después de la visita, un sancochito de gallina criolla en la plaza de Nariño (Nariño); luego un buen descanso de Jueves Santo en la casita tomando un café caliente, ojalá un Artisan Volcanic Coffee con pan con queso.
Comentarios
Existen dos cascadas más en el vecindario. En esta misma vereda bajando, se encuentran muchas piedras grabadas con incisiones de los antepasados. Se llaman petroglifos y se los puede observar recorriendo la vereda a pie.
Les pido amablemente a los visitantes de no dañar las piedras grabadas y de no arrojar ningún tipo de basura en este hermoso lugar.
¡Gracias por su compromiso respecto al medio ambiente y al patrimonio de la nación!
Eso se llama ECO-Turismo !!! :-)