TEJIENDO CULTURA


Texto y fotos: Jenifer Montezuma.

Tejiendo canastos
Genoy es un corregimiento que posee diversas manifestaciones culturales, al interior de sus tierras, sus pobladores desde el asentamiento fundacional se han dedicado a las actividades Agrícolas y ganaderas, actividades productivas que aun mantienen vigencia, apareciendo con el paso del tiempo otras como la música y la gastronomía. En este pueblo se encuentra actualmente el asentamiento de la comunidad indígena Quillacinga, donde existe una antigua tradición artesanal: la cestería, una práctica que data hace  aproximadamente más de 3 millones de años. En los tiempos antiguos el hombre cazador  empieza a tener la necesidad de  elementos que faciliten la  recolección y el transporte  de sus alimentos, comenzando a suplir las necesidades  en las actividades agrícolas, ayudando a forjar un modelo de comportamiento cultural.

Es así como  nuestros antepasados  adoptan el oficio milenario de “la cestería” una técnica artesanal que consiste en el entrecruzamiento de fibras vegetales duras para dar como resultado  objetos utilitarios como canastos, cestas, cunas, bandejas entre otros.

En busca de la materia prima
Los conocimientos ancestrales de este pueblo se van transmitiendo de generación en generación, a hijos, nietos hermanos, primos etc. Cerca de 70 artesanos encuentran su sustento en esta actividad,  tejiendo la identidad y construyendo el patrimonio inmaterial de una región. La cestería se trabaja principalmente en las veredas de Aguapamba, Charguayaco y castillo loma con materiales como “el juco” (junco) y el bejuco dos especies de plantas que se encuentran en las montañas del Volcán Galeras y sus alrededores, así como también en las parcelas de cada artesano. Los largos viajes en la búsqueda de la materia prima, son extenuantes y conllevan todo un día entre la caminata y la extracción de  la materia prima.  “Salimos por ahí a las 5 de la mañana y estamos volviendo ya en la tarde tipo 5 con el material a espaldas”  (Porfirio Genoy, artesano vereda Aguapamba)

Tejiendo la base
Después de la recolección se continúa  el proceso de preparación del material que consiste en el corte de los tallos en fibras gruesas o delgadas según el tamaño de la canasta, este es minucioso  y se necesita experiencia para hacerlo. El paso a seguir es la elaboración de la base de la canasta siendo de preferencia el bejuco por su duración y resistencia, finalmente se continua con el tejido del cuerpo de la canasta.

Oficio ancestral
Los canastos y cestos se venden principalmente en plazas de mercado de la ciudad y en pueblos cercanos, algunas veces se comercializan en supermercados como empaque de anchetas y productos alimenticios. Actualmente el oficio posee una problemática reside y en la poca difusión de la técnica, y  la discontinuidad de esta práctica, puesto que  los jóvenes se sienten desmotivados por continuar con este trabajo, debido al bajo valor económico dentro del mercado.

Investigar y explorar este conocimiento tradicional nace de la iniciativa estudiantil dentro de la carrera de diseño industrial de la Universidad de Nariño, que propone difundir y revalorar el oficio cestero por medio de la divulgación del acervo cultural que hay detrás de un objeto cotidiano, re-fortaleciendo el conocimiento ancestral y contribuyendo a salvaguardar las expresiones culturales de una región como Nariño.

Jenifer Montezuma

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