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Investigadores universitarios en capacitación de investigación aplicada |
El
asunto de las IES dedicadas a responder con pertinencia investigativa a los
problemas y desafíos del entorno es un asunto académico un poquito viejo, si se
tiene en cuenta la velocidad con que ocurren las cosas. En el año 2000 el
Departamento Nacional de Planeación (DNP), la Dirección de Desarrollo
Territorial (DDT) y la Corporación Andina de Fomento (CAF) sugerían a las
universidades que apuesten a la construcción de ventajas competitivas
regionales a través de la formación de empresas del conocimiento, tales como
distritos industriales, parques científicos, semilleros de emprendedores
innovadores e Incubadoras de empresas, “para ser centros de nuevos negocios y
empresas de alto contenido tecnológico, entendiendo que es desde las
universidades de excelencia, donde es posible desatar el proceso de las nuevas
empresas locales de tecnologías avanzadas y el cambio estructural de las
economías, y no tanto desde las empresas por su estructura enmarcada en modelos
empresariales tradicionales”(Acosta, 2002). Las universidades fueron
llamadas a impulsar las Agendas Regionales
de Ciencia y Tecnología, incrementar la formación de doctores y PHD para
que trabajen en laboratorios de Investigación y Desarrollo (I&D),
estrechamente vinculados a la conformación de clústeres regionales; también a
crear
líneas de investigación profesorales, en competitividad, región, desarrollo
fronterizo, encadenamientos productivos, creación de valor, clústeres y otros
temas que apoyen el crecimiento económico local y regional; finalmente, abrir
programas especializados de alta calidad, como postgrados, cátedras, cursos a
la medida; establecer observatorios regionales; promover estudiantes, docentes
y directivos orientados a una cultura de logro profesional y de responsabilidad
ciudadana (Acosta, 2002).
La
decidida participación de las universidades en respuesta a este tipo de
llamados fue precisamente lo que posibilitó la estructuración de los
denominados articuladores del desarrollo en Nariño, tales como el desaparecido Comité
Asesor Regional de Comercio Exterior –CARCE-, Consejo Regional de Apoyo a
MIPYMES, Parque Tecnológico del Software, Red de Universidades Regionales
Latinoamericanas -UREL-, Comisión Regional de Competitividad –CRC-, Agencia de
Desarrollo Local –ADL Nariño-, Red Regional de emprendimiento, Corporación
Incubadora de Empresas de Nariño –CIEN- y Consejo Departamental de Ciencia y
Tecnología –CODECYT-. No obstante, estas respuestas, importantes en sí mismas,
se dieron haciendo importantes ajustes universitarios en las funciones
académica y de extensión, pero no se consideró necesario hacerlo con la función
de investigación. He ahí el problema. Solo hasta 2010 se empezó a hablar en el
seno del Comité universidad, empresa, estado de Nariño –CUEEN- el nuevo
articulador, acerca de la necesidad ineludible de avanzar hacia la
investigación aplicada. Por eso transferencia de tecnología e innovación para
la solución de problemas empresariales, hacen parte de una nueva gramática ser
incorporada en las conversaciones universidad, empresa, estado.
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Investigadores y empresarios en rueda de negocios de innovación en Pasto |
Referirse
a transferencia de tecnología e innovación es lo mismo que hablar de que el
seno mismo de los grupos de investigación de las universidades es el sitio
privilegiado para su producción mediante investigación aplicada para ser
transferida a la empresa mediante contratos, los cuales contendrán apartes referidos
a propiedad intelectual [derechos de autor y propiedad industrial], tema de
gran importancia para las partes, que amerita un capítulo aparte, puesto que
solo de propiedad industrial hacen parte conceptos como: patentes, modelos de
utilidad, diseños industriales, marcas e indicaciones geográficas, y, de cada
uno de ellos hacen parte otros conceptos.
Para
avanzar en este tema, recomienda el Doctor Jorge Humberto Parra (Universidad Mariana, 2012), que las
universidades pueden empezar por repasar su infraestructura investigativa:
políticas, apoyo directivo, equipamiento y capacidad científica y con este
inventario, montar sus portafolios, pensando en términos de de calidad no de
cantidad; capacitar el talento humano en formulación y estructuración de
proyectos de investigación para buscar cofinanciación y segmentar empresas
objeto de su intervención, un inventario de la demanda para lograr un resultado
detallado de las necesidades empresariales según segmento; así las cosas cada
universidad sabrá que debe ofrecer a las empresas.
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Negociando transferencia de resultados de investigación aplicada |
Tecnología e innovación son dos conceptos ajenos todavía a la práctica
investigativa universitaria, por lo que se avizora en el futuro inmediato, la
reacción de grupos de investigación frente a la investigación aplicada,
motivados por los ingentes recursos que provee el estado mediante COLCIENCIAS y
el nuevo sistema de regalías. Este asunto será posible en la medida que las
estructuras administrativas de investigación de las universidades, montadas
sobre una sola tipología de investigación, la básica, se reestructuren para
estimular en debida forma la investigación aplicada y experimental en sus
investigadores, puesto que sus resultados serán ofertados al mercado.
Estas
razones invitan a desandar los caminos de la investigación y construir nuevas y
útiles rutas.
Bibliografía
ACOSTA,
j. (2002). Bases concptuales y analíticas para la construcción de una visión
de desarrollo nacional. Bogotá: DNP- CAF.
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